La primera palabra que retumbó en sus oídos fue "NO", un "NO" que la esclavizó, que apagó su luz y ensombreció su aura. Una palabra que se materializó como una extensa masa de cemento que aprisionó sus pies. Dormía con el "NO", respiraba el "NO", el "NO" crecía dentro de Ella.
A medida que el "NO" se extendía, un vacío golpeaba las paredes de su interior dejando heridas invisibles difíciles de sanar.
Un día la escasa fortaleza que se escondía dentro de sus venas, le hizo creer, lo intentó, falló. El "NO" se acrecentó, despojándola de su libertad.
El tiempo corría, pero para Ella transcurría lentamente.
Una noche oscura, al estar divagando en el balcón, notó a lo lejos una Luz brillante que la llamaba, vaciló al salir de su casa, pero una vez que sus pies sintieron el césped mojado del jardín, no dio vuelta atrás.
El "NO", que estaba muy seguro de la prisión en que la tenía acorralada, la había dejado por unos
momentos para hacerse de más esclavos; al regresar a Ella, la encontró deambulando sobre los límites de su territorio. Al ver que por primera vez avanzaría más de lo que se le tenía permitido trató de detenerla, pero el deseo de Ella por descubrir de dónde provenía esa Luz fue mayor que la fuerza envolvente del "NO".
La soberbia del "NO" lo tranquilizó, al resolver que Ella volvería a Él.
Mientras que se acercaba a la Luz, un calor agradable comenzó a nacer dentro de Ella; llegó hasta una cueva, al adentrarse en ella se percató que sus temores no entraron junto con Ella, sus temores sintieron miedo, por lo que decidieron esperarla afuera.
La Luz empezó a apoderarse de la oscuridad, cada vez mas intensa, cada vez más bella. Ella suponía... podría ser un diamante, podría ser la luna que quedó atrapada en ese lugar, podría ser incluso el sol que llegó a ese sitio seducido por el aroma de la tierra, ó tal vez era un manto de estrellas que los dioses escondieron por causa de la ambición de los hombres.
Ella contuvo su aliento y un cúmulo de emociones la abrazó cuando vio su imagen reflejada en un simple espejo. Su imagen, cuerpo y alma, era la dueña de esa Luz,nunca la había perdido, su Luz la esperó todo ese tiempo, confiada en que Ella algún día la iba a encontrar para ser de nuevo Una.
Ella y su Luz se contemplaron, dialogaron y se unficaron; aunque sabía que sus temores aguardaban afuera de la cueva y el "NO" la esperaba con ansiedad en su habitación, esta vez Ella estaba revestida con incienso color violeta que funcionaría como repelente de aquello que se atrevió a coartar su libertad.
Habían sucedido 26 semanas desde su arribo a la cueva hasta la consolidación de la unión entre Ella y su Luz; sabía que era la hora, sabía que era el tiempo para arriesgarse de nuevo, por lo que emergió de aquel lugar; la recibieron los rayos del sol quienes colapsaron contra el brillo de su Luz creando una explosión de acuarelas doradas.
Durante su caminar a través del sendero elegido por Ella encontró nuevas vidas, distintos colores, aromas exóticos y sabores dulces a su paladar. Era seguro que en su camino se presentarían otros fantasmas, otros temores; pero ahora no estaba sola, su Luz respiraba dentro de Ella.
Durante su caminar a través del sendero elegido por Ella encontró nuevas vidas, distintos colores, aromas exóticos y sabores dulces a su paladar. Era seguro que en su camino se presentarían otros fantasmas, otros temores; pero ahora no estaba sola, su Luz respiraba dentro de Ella.
A Lucía…
Con todo mi cariño y admiración, porque me ha permitido ser testigo durante 52 semanas, tiempo en que la conozco, de su brillante Luz, la cual la ha impulsado a ser lo que hoy en día es… una mujer con sueños que los ha ido conquistando día a día a través de esfuerzo y corazón.
Con todo mi cariño y admiración, porque me ha permitido ser testigo durante 52 semanas, tiempo en que la conozco, de su brillante Luz, la cual la ha impulsado a ser lo que hoy en día es… una mujer con sueños que los ha ido conquistando día a día a través de esfuerzo y corazón.
Amiga…
Gracias por coincidir en el camino, has sido una compañía reconfortante; y si en algún momento decidimos dirigimos a diferentes senderos, no olvides que mi amistad siempre la tendrás. Te quiero mucho.
Gracias por coincidir en el camino, has sido una compañía reconfortante; y si en algún momento decidimos dirigimos a diferentes senderos, no olvides que mi amistad siempre la tendrás. Te quiero mucho.
Texto: Nohema Rios
Imagen: Nohema Rios
Nota: A ustedes quienes siempre me leen, les pido disculpas si no he podido visitarlos a sus espacios tan seguido, a manera de justificación quiero decirles que aún sigo en Madrid, y ha sido difícil tener internet, por lo que les pido que sigan viniendo a esta su casa, yo leo sus comentarios y los agradezco. Cuando la situación se haya establecido y tenga de nuevo internet en casa, regresaré a sus blogs, a sus letras, a ustedes.
Gracias....